Desde hace años el ruido
se ha convertido en un factor contaminante constante en la mayoría de
las ciudades, suponiendo en la actualidad un grave problema con efectos
fisiológicos, psicológicos, económicos y sociales. El principal causante
de la contaminación acústica es la actividad humana. El ruido ha
existido desde la antigüedad, pero es a partir del siglo pasado, como
consecuencia de la Revolución Industrial, del desarrollo de nuevos
medios de transporte y del crecimiento de las ciudades, cuando comienza a
aparecer el problema de la contaminación acústica urbana.
El ruido es molesto para el ser humano
El ruido se define como
cualquier sonido calificado, por quien lo sufre, como algo molesto,
indeseable e irritante. A su vez, se define la contaminación acústica
como aquella que se genera por un sonido no deseado, que afecta
negativamente a la calidad de vida y sobre todo, a aquellos individuos
que desarrollan actividades industriales y a los que usan con bastante
frecuencia determinados vehículos para poder desplazarse.
Para combatir la contaminación acústica, se adoptan normalmente dos tipos de medidas:
- Medidas pasivas. Tratan de amortiguar el impacto sonoro, pero no eliminan los foco de emisión del sonido. Entre ellas se encuentran las pantallas acústicas, las pantallas o barreras verdes.
- Medidas activas. Tiene como objetivo erradicar los focos de contaminación acústica y comprenden, por ejemplo, las investigaciones para mejorar los filtros silenciadores de los motores, las medidas para prohibir o limitar el tráfico rodado en ciertas zonas o las campañas para fomentar el uso del transporte público.
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