El eco es un
fenómeno consistente en escuchar un sonido después de haberse extinguido
la sensación producida por la onda sonora. Se produce eco cuando la
onda sonora se refleja perpendicularmente en una pared. El oído puede
distinguir separadamente sensaciones que estén por encima del tiempo de
persistencia, que es 0.1 s para sonidos musicales y 0.07 s para sonidos
secos (palabra). Por tanto, si el oído capta un sonido directo y,
después de los tiempos de persistencia especificados, capta el sonido
reflejado, se apreciará el efecto del eco. Para que se produzca eco, la
superficie reflectante debe estar separada del foco sonoro una
determinada distancia: 17 m para sonidos musicales y 11.34 m para
sonidos secos.
Se produce reverberación
cuando las ondas reflejadas llegan al oyente antes de la extinción de
la onda directa, es decir, en un tiempo menor que el de persistencia
acústica del sonido. Este fenómeno es de suma importancia, ya que se
produce en cualquier recinto en el que se propaga una onda sonora. El
oyente no sólo percibe la onda directa, sino las sucesivas reflexiones
que la misma produce en las distintas superficies del recinto.
Controlando adecuadamente este efecto, se contribuye a mejorar las
condiciones acústicas de los locales tales como teatros, salas de
concierto y, en general, todo tipo de salas. La característica que
define la reverberación de un local se denomina tiempo de reverberación.
Se define como el tiempo que transcurre hasta que la intensidad del
sonido queda reducida a una millonésima de su valor inicial.
Eco
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